El MEAM presenta “A Tour de Force”, la primera exposición individual del artista americano Shane Wolf (Cincinnati, 1976). La muestra, que se puede visitar hasta el 27 de marzo, reúne cerca de 200 obras que muestran sus nuevas piezas monumentales, así como su minucioso proceso de trabajo.
En esta exposición antológica, Shane ha querido plasmar no sólo las obras finales sino todo el proceso de creación artística, desde la investigación compositiva abstracta inicial, las composiciones de valor, el guion gráfico y de colores, la investigación de posturas y los dibujos preparatorios finales, hasta llegar a la obra terminada. La muestra del artista es una representación del cuerpo humano en todo su realismo y majestuosidad. Wolf es un heredero directo del “renacimiento”, de la representación artística e intelectual del cuerpo femenino y masculino. A través de él se puede captar el poder de varios siglos de herencia pictórica. El estilo del pintor está inspirado en el clasicismo académico que venera tanto la belleza como el equilibrio. Asimismo, también está inspirado en un gesto muy contemporáneo, que se denota en el giro feroz de los cuerpos contorsionados. Más allá de los modelos que posan, la presencia real de los cuerpos se impone con fuerza. La pintura ya no aparece como una representación sino como parte de una realidad puesta al alcance de los espectadores. Un realismo que se resume en el hecho de que Shane Wolf pinta a partir de modelos vivos, una metodología académica que escasea entre los pintores contemporáneos.
La pintura de Shane Wolf transmite una sensación “táctil” de realidad. Los cuerpos se materializan mediante trazos de carboncillo, toques de sanguina y rayados de tiza blanca o Pierre noir. El artista utiliza esta técnica académica con destreza, combinándola con un toque contemporáneo muy audaz: el uso de colores deslumbrantes. El toque azulado de la musculatura esculpida armoniza a la perfección con el tono dorado de la piel. El pintor utiliza el color de esta manera desafinado la capacidad sensorial de aquellos que observan su obra.
En la muestra de pinturas de Shane Wolf se manifiesta una intención casi barroca, inducida por el tamaño de las figuras, pero también un punto de vista teatral inspirado en las pinturas de otras épocas. En las elegantes perspectivas de un techo decorado, una cúpula o un hábil escorzo, el espectador se sitúa en el corazón del trabajo de Shane Wolf. Porque todas estas intenciones, ya sean técnicas o dramáticas, tienen el mismo propósito: captar la atención de los visitantes del Museo. Esto se debe a que el artista no solo está haciendo una declaración estética, sino que su obra tiene un significado tal que reconecta por completo con el pensamiento renacentista al colocar al ser humano en el corazón de sus pinturas.
